Neuromitos: Cuando las opiniones pesan más que los datos científicos.
Vivimos una temporada donde el acceso a la información ha crecido de manera exponencial, la explosión de contenidos nos ha invadido en casi todos nuestros campos de desarrollo.
Esto nos ha beneficiado pero también traído como costo beneficio la confusión o mal información en diversos temas y categorías. Es entonces que enmarcado en esta dinámica de libertad para tomar información y utilizarla o compartirla sin verificación o estudio de casos donde podemos ubicar el término neuromito, que no es otra cosa que una falsa creencia relacionada al desarrollo cerebral.
Podemos considerar también un neuromito a una mala interpretación o información científica aplicada fuera de contexto que desvirtúa su aplicación en el campo de la formación infantil o un ambiente educativo. Los neuromitos mal informan y condicionan a familias completas en la manera de tratar a sus hijos con alguna condición neurodiversa.
Lamentablemente, valiéndose de experiencias particulares, coincidencias de variables en casos particulares y un poco de folklore; que padres, maestros y personas involucradas a la educación se sienten en libertad para aplicar estrategias, establecer diagnósticos y condicionar aprendizajes. Esto es muy peligroso, ya que de no contrastar la información con fuentes confiables caemos en una mala praxis. Y lejos de aportar, alejan a los niños neurodiversos de una intervención idónea a sus necesidades.
Hoy en día la neurociencia nos reta a la grandiosa oportunidad de considerar cerebros diferentes, aprendizajes diferentes. Abriendo oportunidades sin distinción y creando espacios inclusivos de disfrute y construcción del individuo como ser singular.
Aquí tenemos algunos de los más famosos neuromitos. Pongamos atención, padres, maestros y todos en general.
Neuromito 1: A las personas que piensan y aprenden de manera diferente no les va bien en la escuela o en el trabajo.
Neuromito 2: Las personas que piensan y aprenden de manera diferente no son inteligentes.
A estos neuromitos les decimos……
DISCAPACIDAD NO ES INCAPACIDAD
Armstrong (2011) señala que estamos más acostumbrados a destacar las deficiencias y dificultades que a detenernos a descubrir los talentos y habilidades de las personas con trastornos neurológicos o con alguna discapacidad. Desde los diagnósticos médicos hasta las adaptaciones curriculares en las escuelas, la cultura que prima únicamente es la de la discapacidad que debe ser rehabilitada. Sin embargo, cuando se hace el esfuerzo de ver más allá del déficit, aparecen soluciones de intervención más realistas y, lo más importante aún, se mejora la autoestima los estudiantes.
Actualmente, encontramos cada vez más ejemplos de personas con algún tipo de discapacidad o trastorno (sensorial, intelectual, física, etc.) que logran incorporarse al mundo académico y laboral, en tanto aprovechan al máximo sus habilidades y potencialidades, y cuentan con el apoyo y ajuste necesarios para suplir o mejorar sus dificultades.
¿Cómo logran superar sus dificultades? ¿Cómo consiguen mejorar y desarrollar competencias que antes no tenían? La respuesta es simple: aprenden a hacerlo. Y aprenden gracias a su propia voluntad y a la maravillosa plasticidad cerebral, la cual encuentra su camino a través de un ambiente estimulante en el que todos los recursos (humanos, tecnológicos, de infraestructura, pedagógicos, de rehabilitación, etc.) hacen sinergia para un mismo fin. ¿Tan poderoso es el ambiente? (CEREBRUM, 2019)
Neuromito 3: Todo niño con algún problema de aprendizaje necesita una educación escolar especial en centros específicos para esta clase de niños.
A este neuromito le decimos……
El enriquecimiento es bidireccional. El niño, con o sin problemas de aprendizaje, disfrutará su escolaridad en el espacio físico en donde sienta seguridad y estímulos para exponer su potencial.
Muchas de las escuelas con experiencia en «aulas neurodiversas» señalan que la clave está en estimular a los estudiantes a dar todo lo que puedan en cada una de las actividades académicas, artísticas y deportivas, así como en el desarrollo de competencias programadas. Además, les brindan apoyo tecnológico y humano para lograr alcanzar todo su potencial, y planifican sus sesiones a partir de diferentes recursos para que todos (ya sea con un audio, un libro en braille) puedan acceder a la experiencia de aprendizaje y trabajar los contenidos.
Pero, para que esto sea posible, es necesario “un cambio en la actitud, donde padres, educadores y otros miembros de la comunidad educativa empiezan a ver a las personas con discapacidad como parte del espectro de las habilidades humanas, como parte de un continuum” (Armstrong, 2011).
La inclusión educativa presenta las siguientes características:
• La inclusión educativa no está dirigida a la educación especial, sino a la educación en general.
• La inclusión educativa se centra en el aula y no en el estudiante.
• La inclusión no persigue la corrección de la diferencia; busca enriquecerse de ella.
• La inclusión no se centra en la discapacidad o diagnóstico de la persona: se concentra en sus capacidades.
• La inclusión educativa no persigue que el niño se adapte al grupo: busca eliminar las barreras que le impiden participar en el sistema educativo y social.
• La inclusión no se trata de dar a todas las personas lo mismo, sino brindarle a cada uno lo que necesita para poder disfrutar de los mismos derechos. (CEREBRUM, 2019)
Para reflexionar:
1. Muchos niños y sus familias han adoptado una identidad lapidante debido a su condición de aprendizaje diferente frente al sistema educativo regular. Un diagnóstico sin visión integradora ha obligado a algunos pequeños a permanecer limitados frente a oportunidades de aprendizaje integral.
2. El sistema educativo regular no está académicamente preparado ni emocionalmente sensibilizado para aperturar la inclusión y atención a la diversidad.
3. Los involucrados en educación están más enfocados en encontrar diagnósticos y etiquetas en los estudiantes antes de fomentar espacios motivadores para impulsar las potencialidades de cada niño.
Referencias bibliográficas:
CEREBRUM. (2019). Neuroeducación en acción. En CEREBRUM, BRAINBOX NEUROEDUCACIÓN by Cerebrum (págs. 25 - 27). Lima: Cerebrum Ediciones S.A.C.
Martínez, M. (9 de abril de 2018). Mariana MM Martínez Disciplina positiva. Obtenido de Mariana MM Martínez : https://mariana-martinez.es/blog/que-son-los-neuromitos-y-porque-es-importante-que-los-conozcamos/
Morales AA, Dionisio L. Trastorno desde atención e hiperactividad (TDH). Cuestionamientos acerca de su diagnóstico y prevalencia. Rev. Salud Pública (Córdoba) [Internet]. 21 de marzo de 2014 [citado 27 de junio de 2022];16(2):46-5. Disponible en: https://revistas.unc.edu.ar/index.php/RSD/article/view/6942
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