3 distintas maneras de aprender.
Tres distintas maneras de aprender.
Por Gisela López
Con frecuencia afirmamos o escuchamos decir que es suficiente vivir la experiencia para aprender de qué se trata. Sin embargo, si todos los cerebros no reciben, incorporan o interpretan la información de la misma manera, sería interesante contrastar qué dice la neurociencia en relación a tres tipos de aprendizaje que no debemos dejar de lado.
Tengo algunas preguntas para comenzar:
¿Es verdad que para aprender basta con experimentar? ¿Con qué tipo de aprendizaje se conecta el aprender a través de la experiencia vivencial? ¿Podemos los padres o maestros aportar y crear mecanismos eficientes que sumen positivamente a que los niños logren aprender?
Aquí algunos tipos de aprendizaje a tomar en cuenta intencionalmente en nuestra practica diaria, en casa o en el aula de clase:
Aprendizaje por repetición.
Sabemos que en el proceso de aprender, la memoria juega un papel muy importante. Muchas veces se toma como poco productivo el realizar o proponer actividades de repetición en el aula. Recordemos que la memoria es el primer peldaño en la escalera del aprendizaje. Almacenamos información, la transformamos en conocimiento y luego demostramos competencia en ello. Sin repetición es imposible reforzar las conexiones sinápticas, no consolidamos la memoria a corto plazo y por ende no se almacenará el conocimiento en la memoria a largo plazo.
Aprendizaje por modelos.
Los estudios en neurociencia confirman que los seres humanos somos seres sociales: niños, adolescentes y adultos. Todos necesitamos interacción con otras personas, es aquí donde desde temprana edad se activan zonas corticales relacionadas a las emociones y producen dinámicas conductuales de aprendizaje significativo. Somos los padres o maestros quienes a través del vínculo afectivo desarrollado con el niño modelamos reacciones, gestos y respuestas físicas. Tengamos presente que un niño también puede ser un modelo para otro niño,ya sea positivo o negativo.
Aprendizaje por imitación.
Según la RAE un impulso es un deseo o motivo afectivo que induce a hacer algo de manera súbita , sin reflexionar. La imitación espontánea es un impulso. “Algunas investigaciones muestran la activación de áreas motoras y de la corteza cingulada como condición de la imitación (Hanawa, 2016).” Según Kuniyoshi (2015), para un proceso de imitación, debe existir una dinámica entre 3 aspectos:
• Esquema corporal: integración sensoriomotora del cuerpo dentro de un entorno.
• Atención compartida: búsqueda de puntos de interés.
• Reconocimiento de acciones y su reproducción: tiene como base a las neuronas espejo.
La participación de las neuronas espejo tienen vital injerencia en el aprendizaje por imitación.
Para reflexionar:
Debemos insistir en combinar en nuestras estrategias de enseñanza - aprendizaje estos tres modelos avalados por la neurociencia: imitación, repetición y modelado de conductas.
Los niños representan lo que su entorno les sugiere o influye.
La conducta visible es el resultado de una larga lista de antecedentes.
Referencias:
Equipo CEREBRUM (2019). Entendiendo el aprendizaje y el neurodesarrollo desde la
neuroeducación. ¿Por qué el sistema atencional juega un rol fundamental en el
aprendizaje? Material de diplomado a distancia neuroeducación (pp. 57 – 59) Lima:
Cerebrum Ediciones
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