Funciones ejecutivas: planificar, organizar y autorregulación. Neuroeducación & Coaching.
Funciones ejecutivas: planificar, organizar y autorregulación. Neuroeducación & Coaching.
Por Gise López
“Inicialmente, la psicología y la educación consideraban que el coeficiente intelectual explicaba el desempeño académico. Sin embargo, actualmente, las investigaciones en neurociencia han puesto de relevancia el papel fundamental de las funciones ejecutivas en el aprendizaje”. CEREBRUM 2021
Es decir, la funcionalidad de un individuo en la sociedad no solo depende del coeficiente intelectual. Las habilidades de autogestión cada vez toman más protagonismo dentro de una sociedad que nos pide resultados a una velocidad de crecimiento realmente exponencial.
El cerebro, orquestador de nuestra interacción cognitiva - emocional y social, tiene reservada una zona específica para estos procesos: circuitos neuronales en el lóbulo prefrontal. Es aquí donde la organización de la acción y del pensamiento nacen. Pero, ¿Cuán importante es la organización y planificación para la vida? ¿Cómo determina el éxito o desenvolvimiento de un niño, estudiante, joven o adulto dentro de su grupo etareo. La habilidad de organizar nuestro pensamiento, planificar nuestras tareas y ejecutarlas ¿Es un tema de actitud, aptitud, voluntad, motivación? O podemos ahondar en la investigación y descubrir que la neurociencia ubica a las funciones ejecutivas como principales participantes de todos estos procesos cognitivos.
“Las funciones ejecutivas son capacidades que permiten razonar, resolver problemas, leer, elegir, autorregularse, ser creativo, ser disciplinado y ser flexible para adaptarse a los cambios del ambiente o a nueva información (Burgess y Simons, 2005; Diamond, 2013; Espy et al., 2004; Miller y Cohen, 2001).”
“Las principales funciones ejecutivas son la memoria de trabajo (mantener información por periodos cortos de tiempo), el control inhibitorio (resistir tentaciones y acciones impulsivas) y la flexibilidad cognitiva (asumir diferentes puntos de vista y adaptarse a circunstancias cambiantes)” Davidson, Amso, Anderson y Diamond, 2006; Lehto, Juujarvi, Kooistra y Pulkkinen, 2003; Miyake et al., 2000. “A partir de estas capacidades, se construyen el razonamiento, la planificación y la solución de problemas.” Collins y Koechlin, 2012; Lunt et al., 2012.”
Entre los 8 y 6 años se produce el periodo más grande para su desarrollo. Aquí los niños pueden adquirir la capacidad de autorregular sus comportamientos y conductas, pueden fijarse metas y anticiparse a los eventos, sin depender de las instrucciones externas, aunque debemos mencionar que aún siguen manteniendo cierto grado de descontrol e impulsividad. Sin embargo, es importante recordar que como proceso de maduración cortical, algunas de las funciones ejecutivas continúan desarrollándose hasta los 25 años de edad.
A continuación, los especialistas de STIMULUS SALUD nos explican cada una de las funciones ejecutivas.
Planificación. Es la capacidad de establecer objetivos, generar secuencias de acciones para conseguirlos y poder elegir entre los diferentes planes generados cuál es el más adecuado gracias a la anticipación de consecuencias.
Toma de decisiones. Capacidad de escoger una opción entre varias que pueden presentarse a la vez.
Establecimiento de metas. Muy relacionada con la motivación, permite elaborar una estrategia sobre cómo invertir energías o recursos y hacia dónde dirigir la conducta.
Organización. Capacidad de reunir, estructurar y secuenciar a información de manera eficiente.
Inicio y finalización de tareas. La decisión de cuándo comenzar y cuándo ha de terminar una tarea requiere de pensamientos elaborados en los que se contemplan varios aspectos a la vez. En el caso de la finalización de tareas, parece más comprensible la carga cognitiva implicada en el momento de la decisión si pensamos en que una tarea puede finalizarse por haber logrado el objetivo propuesto o al comprender que ese objetivo no es factible.
Flexibilidad cognitiva. Capacidad mental para cambiar de pensamiento alrededor de dos o más conceptos diferentes y para adaptarse a cambios en el entorno. Implica pensar en varios conceptos simultáneamente y se manifiesta por la capacidad de cambiar la conducta o el modo de pensar con un fin adaptativo y por la capacidad de modificar acciones que están ya en marcha.
Monitorización. Capacidad de mantener la atención sobre una tarea contemplando qué se está haciendo y cómo se está realizando, de manera que se pueda corregir lo que sea necesario en caso de problemas o imprevistos. Función ejecutiva relacionada con la flexibilidad cognitiva.
Anticipación. Permite prever los resultados más probables y las consecuencias derivadas de acciones sin necesidad de llevar estas acciones a cabo.
Inhibición de la respuesta. Se puede decir que es el freno voluntario de un comportamiento espontáneo que hubiera sido motivado por un estímulo. Existen la inhibición conductual, relacionada con el control motor, y la inhibición cognitiva, que repercute en otras funciones ejecutivas.
Memoria de trabajo verbal y no verbal. Memoria de trabajo es la capacidad de almacenar de manera temporal datos y de procesarlos. Es el equivalente a la memoria RAM de un ordenador.
Cambio (shifting). Habilidad para cambiar constantemente la atención a diferentes aspectos o propiedades de un estímulo.
Actualización (updating). Esencial en la memoria de trabajo, consiste en la sustitución de los contenidos mantenidos en memoria.
Fluidez. Está relacionada con la generación de nueva información a partir del conocimiento previo para resolver determinados problemas.
La neurociencia nos aclara entonces que, la emoción y voluntad no son los únicos ingredientes necesarios cuando de planificar nuestras metas, encontrar estrategias para cumplirlas, inhibir impulsos, tener adaptación al cambio y pensamiento flexible se trata; no es solo un deseo romántico que algunos disciplinados y metódicos lograrán cumplir. Estamos hablando de procesos cognitivos que en etapa de inmadurez o pobre desarrollo nos darán como resultado enfrentar problemas en varios ámbitos de nuestra vida. La no inhibición de impulsos como producto de esta inmadurez del lóbulo prefrontal hará que nos distraigamos con facilidad, que busquemos seguir nuestros impulsos y caigamos en la procrastinación.
Afortunadamente, la plasticidad neuronal nos permite apoyarnos e incorporar en nuestra dinámica diaria diferentes estrategias con base neurocientifica y así lograr optimizar nuestra funcionalidad en cualquier ámbito que nos encontremos a pesar de identificar nuestras funciones ejecutivas limitadas.
Las actividades y estrategias dependerán de la edad y necesidades específicas. Recordemos que no todas las estrategias funcionarán para todos de la misma manera. Echemos mano de lo que pueda servirnos y sin acusarnos tomemos con paciencia cada meta como un reto alcanzable, quizás por ahora aún necesitemos alguna guía profesional o andamiaje. También podemos visitar a un neurologo o neuropediatra si deseamos llevar a nuestros hijos a hacer un test de evaluación. La medicación es una posibilidad a considerar.
¿Cómo podemos fortalecer nuestras funciones ejecutivas?
Aquí dejo algunas ideas a considerar en clase o casa:
Juegos de cartas, permiten usar la memoria de trabajo para recordar el lugar de las cartas.
Juegos de tablero, para planificar los movimientos y tener respuestas rápidas en la participación: ajedrez.
Juegos de estrategia y movimiento: Minecraft o Calabozos y Dragones.
Actividades que mejoran la memoria de trabajo: Rompecabezas, sudoku, crucigramas.
Actividades que fortalecen la flexibilidad cognitiva: Adivinanzas, cubo rubik,
Deportes de organización y seguimiento de reglas como fútbol, apoya el pensamiento flexible y el monitoreo de las jugadas dentro de la cancha.
Para inhibir respuestas impulsivas, el yoga, la respiración, reflexión y meditación.
Escribir nuestros objetivos a corto plazo, llevar una lista de cotejo para monitorear el avance.
Evitar el multitasking, concentrar la atención a una actividad. Finalizarla y comenzar otra.
Usar un calendario para la planificación.
Establecer alarmar y temporizador al iniciar una tarea. Asegurarnos de realizar pausas activas para la oxigenación.
Contar con un coach de vida para visibilizar nuestras capacidades mientras organizamos y planificamos en conjunto los objetivos.
Evitar intencionalmente las distracciones al trabajar. Alejar el celular hasta culminar el primer tramo de la tarea.
Para reflexionar:
1. Muchos adultos no han considerado un tema de inmadurez cortical en su dificultad para la inhibición de impulsos, uso de memoria de trabajo y planificación. Incluso, no hay conciencia personal de alguna posible condición neurodiversa en la juventud y/o edad adulta, hagamos una reflexión e introspección para encontrar respuestas.
2. Los problemas ocasionados por inmadurez de las funciones ejecutivas no es solo una dinámica de la infancia.
3. Pocas veces asociamos nuestra funcionalidad, productividad e interacción dentro de la sociedad a nuestras redes neuronales.
4. Los padres de las nuevas generaciones tienen más apertura a la búsqueda de ayuda profesional con el fin de una evaluación, diagnóstico y posterior acompañamiento profesional a sus hijos.
Recordemos que todos somos neurodiversos, tomemos tiempo para conocernos y buscar los apoyos que necesitemos para optimizar nuestra funcionalidad. Seamos vulnerables al error, cambio y crecimiento permanente.
! Suerte¡
Sin juicio ni culpa, un día a la vez.
Referencias:
https://stimuluspro.com/blog/test-de-wisconsin-evaluacion-de-las-funciones-superiores
https://stimuluspro.com/blog/tareas-de-funciones-ejecutivas
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